Uncuento: El Sosiego

domingo, 27 de diciembre de 2009

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El maestro le insistía a su discípulo una y otra vez sobre la necesidad de cultivar el sosiego.
- Deja que tu mente se remanse, se tranquilice, se sosiega.
- ¿ Pero qué más ? - preguntaba impaciente el discípulo.
- De momento, sólo eso.
Pero el discípulo no lograba estar paciente y se exasperaba, sin dejar de preguntar:
- ¿ Y qué más ?
- De momento, sólo eso. Sé paciente, sosiégate, recupera la paz interior.
Un día y otro recibía la misma instrucción, hasta que el discípulo le preguntó:
- Pero maestro, ¿ por qué consideras tan importante el sosiego ?
- Acompáñame - dijo el maestro
Le condujo hasta un estanque y con un palo comenzó a agitar sus aguas. Entonces preguntó:
- ¿ Puedes ver tu rostro en las aguas ?
- ¿ Cómo voy a verla si el agua está tan agitada ? - protestó el discípulo pensando que el maestro se burlaba de él.
- De igual manera, mientras estés agitado no podrás ver el rostro de tu yo interior.

Uncuento: el refugio

domingo, 20 de diciembre de 2009

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Había un pájaro que se refugiaba a diario en las ramas secas de un árbol que se alzaba en medio de una inmensa llanura desértica. Un día, una ráfaga de viento arrancó el árbol de raiz, obligando al pobre pájaro a volar cientos de millas en busca de un nuevo refugio... hasta que, llegó a un bosque lleno de árboles cargados de ricas frutas.
Y concluyó el Maestro:
- Si el árbol seco se hubiera mantenido en pie, nada hubiera inducido al pájaro a renunciar a su seguridad y echarse a volar.